Hablemos de prefiguración
Hace algunas semanas conversé con Carlos Tornel y Elías González sobre el libro Gustavo Esteva. Vida y obra de un intelectual público desprofesionalizado. En nuestra charla, abordamos una idea fundamental para Gustavo: transformar los sustantivos en verbos. Es decir, dejar de hablar de "educación" para enfocarnos en "aprender", de "salud" para centrarnos en "sanarnos", o de "alimentación" para simplemente "comer" en colectivo. Este cambio implica dejar atrás conceptos abstractos para practicar, directamente, otras formas de vida.
Este enfoque se relaciona con el concepto de prefiguración, del que hablaremos en esta última entrega del año 2024.
Durante la primera temporada de Autonomías, escuchamos precisamente historias de prefiguración: personas que, en la práctica, ya están gestionando la vida de formas alternativas. Espero que la reflexión de hoy también te inspire a preguntarte: ¿cómo estás prefigurando en tu vida cotidiana? ¿Qué cosas te gustaría empezar a prefigurar en el año que comienza?
Antes de despedirme, quiero invitarte a considerar una suscripción de pago a este boletín. Mi objetivo para el próximo año es lanzar la segunda temporada de Autonomías, y tu apoyo será clave para que sigamos siendo un proyecto independiente y de calidad. Gracias por imaginar conmigo nuevas formas de vida.
Pame
Lenguaje para construir un nuevo mundo
Construir una nueva realidad requiere de un nuevo vocabulario. En este espacio te contaré sobre los conceptos que giran alrededor de las historias de Autonomías.
Prefiguración
"Construir el nuevo mundo en el cascarón del viejo" es un lema de los Trabajadores Industriales del Mundo (IWW), también conocidos como los Wobblies. Este lema expresa el deseo y la necesidad de comenzar a construir alternativas aquí y ahora, sin esperar —como proponen algunas visiones revolucionarias más tradicionales— a derrotar completamente al sistema actual para empezar a crear uno nuevo. En lugar de eso, propone construir desde el presente, en las grietas del sistema vigente.
En su libro Prefigurative Politics, Paul Raekstad y Sofa Saio Gradin definen la prefiguración como:
"La implementación deliberada y experimental de las relaciones y prácticas sociales del futuro que deseamos en el presente.”1
Este concepto puede entenderse también como la correspondencia entre los fines y los medios: la forma en que nos organizamos hoy reflejará las instituciones y modos de vida que construiremos mañana. Por ejemplo, no es coherente organizarnos en estructuras jerárquicas si el objetivo es construir una sociedad donde no exista la dominación.
Gustavo Esteva describía algo similar cuando hablaba de la "insurrección en curso". Para él, al igual que para los teóricos de la prefiguración, esta no es solo una táctica, sino una práctica diaria que toma forma en cómo nos relacionamos, organizamos y comportamos en el presente.
La prefiguración ha tomado diversas expresiones a lo largo de la historia. Por ejemplo, Pierre-Joseph Proudhon hablaba de una "revolución pacífica" mediante la creación de cooperativas capaces de sustituir gradualmente el sistema capitalista.
Pensar en la prefiguración también nos lleva a cuestionar si nuestras prácticas y activismos realmente son prefigurativos. Aunque es necesario atender problemas y emergencias inmediatas, no todas las soluciones actuales nos conducirán hacia la sociedad que deseamos. Por ejemplo, organizaciones jerárquicas, coloniales o que centralizan recursos y poder difícilmente contribuirán a la construcción de una sociedad emancipada, a pesar de estar resolviendo necesidades urgentes.
Paul Raekstad y Sofa Saio Gradin también plantean una pregunta clave: ¿todo puede ser prefiguración? Para responder, enfatizan los conceptos de “deliberación” y “deseo” en su definición. No todas las formas de relación novedosas aspiran a convertirse en el modelo organizativo del futuro, y no todas las prácticas cotidianas, aunque sean nuevas, son prefigurativas.
La idea de la prefiguración fue uno de los primeros conceptos que me atrajo al anarquismo porque me parece profundamente esperanzadora. Puede resultar abrumador imaginar cómo derribar un sistema que perpetúa crisis constantes, pero es mucho más accesible pensar en acciones, relaciones y prácticas cotidianas que construyan, paso a paso, el mundo que queremos.
Al final, la prefiguración es eso: pequeños ensayos de otras formas de vida.
Autonomía en acción
Hagamos un breve repaso de las historias compartidas en la primera temporada de Autonomías y cómo estas ilustran diversas formas de prefiguración:
Autogestión del agua en el desierto más seco del mundo y Acueductos comunitarios en el Páramo colombiano nos mostraron ejemplos de gestión comunitaria del agua. Estas historias desafían la idea de que siempre es necesaria una autoridad externa, como el Estado, para manejar los recursos naturales. En cambio, demuestran que es posible gestionarlos de manera responsable, sustentable y colectiva.
Conservación comunitaria en uno de los lugares más biodiversos del planeta nos ofreció un ejemplo inspirador de protección del territorio y de las especies. También nos enseñó que la convivencia entre humanos y naturaleza es posible, y que existen alternativas a las reservas nacionales que suelen expulsar a las comunidades locales.
Cooperativismo en la Ciudad Monstruo nos demostró que otras formas de consumo, fuera de las lógicas capitalistas, son viables y sostenibles en entornos urbanos.
Cuidarnos en la ciudad haciendo pan nos recordó que es posible construir formas de trabajo no explotadoras, y que en medio de la vorágine urbana, también podemos cuidarnos mutuamente y escapar del agotamiento.
Cuando hablo de otras formas de vida, no lo hago en abstracto. Estas historias son ejemplos reales de posibilidades que ya se están poniendo en práctica, ensayos concretos de un futuro distinto que pueden replicarse aquí y ahora.
Nos vemos en 2025 con más historias de autonomía. Gracias por ser parte de este andar.
Rekstad, P. Saifo, S. (2020) Prefigurative Politics. Polity. Pág. 10